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Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro:
Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.
ISBN: 9786073173773
Editorial: Plan B
Todos sabemos dónde juegan Messi o Cristiano Ronaldo. O la importancia que le dio al fútbol Johan Cruyff. Sin embargo estos datos parecen superficiales si conocemos el trasfondo de sus historias. Cómo llegaron hasta ahí, qué tuvieron que hacer o resignar. Alberto Lati nos invita a ver el trabajo y los sacrificios de 100 estrellas del balón. ¡Nuestros ídolos son humanos!
Antes de conocer a las grandes estrellas del fútbol mundial actual, el autor nos presenta a los pioneros. Estos abrieron el panorama en sus lugares de origen para darle espacio a los que vinieron después.
Tal es el caso de Arthur Friedenreich, brasileño mulato que sobresalió por su habilidad poco después de la abolición de la esclavitud.
Relacionado con la esclavitud también está el uruguayo José Leandro Andrade. Su padre escapó como esclavo de Brasil y se instaló libre en suelo oriental. La “Perla Negra” ganó dos Juegos Olímpicos.
En España sobresalió Ricardo Zamora, un portero diferente al resto. Era un adelantado para la época y llegó a estar preso durante la Guerra Civil de su país.
El Mozart de fútbol fue Matthias Sindelar. Crack de Viena, cuando su nación fue invadida por la Alemania nazi le quisieron obligar a jugar por los teutones. Se negó siempre hasta que un día apareció muerto en su casa. Su caso nunca fue resuelto.
La elegancia de Giuseppe Meazza le dio a Italia los Mundiales de 1934 y 1938, también en tiempos de fascismo.
Un disruptivo fue Leônidas, que le dio desfachatez al juego brasileño y elegido mejor jugador del Mundial 1938.
Y en Inglaterra, cuna del fútbol, apareció Stanley Matthews. Fue profesional por ¡34 años! Lo hizo desde 1936 a 1965.
En tanto que quien sufrió una dura tragedia por esos años fue Italia, con la caída del avión que llevaba al multicampéon Torino. Allí se truncó el sueño de la estrella Valentino Mazzola.
Uruguay hizo historia en 1950 al superar a Brasil en la final del Mundial en un hecho conocido popularmente como “Maracanazo”. Por eso Alberto Lati valora a tres integrantes de ese famoso equipo.
Se trata del capitán Obdulio Varela, el habilidoso Juan Alberto Schiaffino y Alcides Ghiggia, autor del gol que silenció al Maracaná.
Ese Brasil era gran candidato y contaba entre otros con Nilton Santos, famoso lateral izquierdo que luego sería campeón mundial en 1958 y 1962.
En el bicampeón verdeamarelho también estuvieron Didí, Vavá, el popular Garrincha y el virtuoso Pelé. Era un equipo que desbordaba de talento.
En el medio se disputó Suiza 1954, donde Alemania salió triunfador con el volante Fritz Walter como figura. El húngaro Sándor Kocsis fue el máximo anotador de ese torneo.
Si el autor habla de goleadores no puede faltar Just Fontaine. El francés marcó 13 goles en Suecia 1958, cifra récord para un único Mundial.
A nivel clubes, Francisco Gento, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás y Raymond Kopa lideraron al Real Madrid a ganar seis Copas de Europa.
Su gran rival, Barcelona, tuvo entre sus filas a Ladislao Kubala, que supo jugar en tres selecciones diferentes.
Otro que jugó para diferentes naciones fue Enrique Omar Sívori, ícono argentino e italiano además de ser ídolo en Juventus.
En este periplo Racing Club fue campeón mundial con Orestes Omar Corbatta como estrella principal.
Desde Europa del Este llegó un arquero que cambiaría el concepto de ese puesto. Lev Yashin es el único en su puesto que ha recibido el Balón de Oro.
Lati tampoco obvió en estos registros a figuras como los ingleses Bobby Charlton y Bobby Moore, el alemán Uwe Seeler, los italianos Dino Zoff y Gianni Rivera, el quinto beatle George Best y el fantástico portugués Eusebio. Todos baluartes de los años ‘60, donde Brasil e Inglaterra fueron campeones.
Junto a las estrellas brasileñas previamente mencionadas convivieron otros de igual renombre. Brasil dio espectáculo en México 1970 con nuevas caras como el habilidoso Jairzinho, el potente Rivellino y el “rey blanco”, Tostâo.
Los ‘70 fueron años con muchas figuras para el fútbol sudamericano. Reflejo de eso fueron el liderazgo de Héctor Chumpitaz y los goles de Teófilo Cubillas en Perú.
También la defensa de Elías Figueroa y la intransigencia de Carlos Caszely en el vecino Chile.
Algo similar sucedió con Daniel Passarella como caudillo y Mario Kempes como artillero en Argentina.
En esos años la Naranja Mecánica holandesa dominó en el plano internacional. Un diferente como Johan Cruyff sumado a otros jugadores inteligentes como Johan Neeskens llevaron a Holanda a los primeros puestos.
Su gran rival fue Alemania, liderada por el Káiser Franz Beckenbauer, el estudioso Paul Breitner y el bombardero Gerd Müller. Juntos fueron campeones como locales en 1974.
La Unión Soviética volvió a aportar talento con el rápido Oleg Blojín. En tanto que Centroamérica tuvo a Jorge Alberto “Mágico” González deslumbrando con El Salvador y a Hugo Sánchez haciendo lo propio en México.
En las potencias surgieron nuevas estrellas: Zico y Sócrates en Brasil, Michel Platini en Francia, Karl-Heinz Rumenigge en Alemania y Paolo Rossi en Italia. Este último fue el goleador de su nación en el campeonato de España 1982.
Aunque quien cambió el mundo futbolístico fue Diego Armando Maradona. El argentino tuvo un debut precoz en Argentinos Juniors, enamoró en Boca, fue campeón en Barcelona e hizo grande al Napoli. Su momento cúspide fue en México 1986, con título y un gran sello ante Inglaterra.
Entre finales de los ‘80 y principios de los ‘90, Alemania tuvo como referente a Lothar Matthaus. Participó en cinco mundiales y fue campeón en Italia 1990 ante la Argentina de Maradona.
El equipo teutón también tuvo a un cumplidor anotador llamado Jürgen Klinsmann.
En Europa, Holanda volvió a marcar el rumbo. Ruud Gullit y Marco van Basten fueron los estandartes del renacimiento naranja.
Compartieron equipo en el A.C. Milan junto al liberiano George Weah, uno de los mejores africanos de la historia. De igual modo lo hicieron con el ícono local Paolo Maldini. Más tarde arribó al Rossoneri, Roberto Baggio.
Para Lati también tuvieron su cuarto de gloria países de menor tradición como Dinamarca, Bulgaria o Rumania. ¿Los responsables? Michael Laudrup, Hristo Stoitchkov y Gheorghe Hagi.
En Latinoamérica aparecieron figuras histriónicas como Carlos Valderrama en Colombia, José Luis Chilavert en Paraguay y Jorge Campos en México.
Asimismo dieron un salto el talentoso Enzo Francescoli en Uruguay y centrodelanteros potentes, tales como Iván Zamorano en Chile y Gabriel Batistuta en Argentina.
Aunque fue Brasil el que produjo a mansalva. Romário tuvo una participación clave en el Brasil campeón en 1994. Un joven Ronaldo, que luego se convertiría en unos de los mejores atacantes de la historia, también formó parte de ese plantel.
El final de los ‘90 y el inicio del nuevo milenio arrojó a Zinedine Zidane como gran figura. Hijo de inmigrantes argelinos, le dio una lección al racismo de su país al darle a Francia su primer Mundial en 1998. Luego sería figura en Real Madrid.
Al mismo tiempo en el Viejo Continente sobresalió Luis Figo. Siempre deseado por el club rival, el portugués disfrutó de su condición de “fruto prohibido”.
En ese intervalo entre las dos décadas Brasil aportó a uno de los mejores laterales de la historia. Roberto Carlos, de fabulosa pegada, hizo estragos desde la banda izquierda.
Del otro lado del carril, Javier Zanetti superó sus problemas respiratorios de niño para convertirse en uno de los jugadores más importantes del Inter de Milán.
En 2006, el defensor Fabio Cannavaro fue elegido como mejor jugador del mundo. Su título con Italia le valió el reconocimiento.
De ese mismo equipo formaba parte Francesco Totti. Romano de nacimiento y de corazón, pasó toda su carrera en su amado AS Roma.
Entre la línea de mediocampistas estaba Andrea Pirlo, un creativo que tuvo que luchar contra prejuicios por venir de una familia adinerada.
De los mencionados, Ronaldo, Zidane, Figo, Roberto Carlos y -más tarde- Cannavaro, fueron partícipes de los Galácticos del Real Madrid en la década del 2000. Entre tantas estrellas también sobresalió un canterano: Raúl González Blanco. El Atlético Madrid lo dejó libre de pequeño y su clásico rival no desaprovechó su talento.
Tras los tiempos de Italia y Real Madrid vinieron los de España y Barcelona. En ese lapso la escuela culé fue la base para el reinado que tuvo la Roja a nivel mundial. Y ahí fue clave la participación de Xavi Hernández, que pasó 24 años con 24 títulos en el club catalán.
En los comienzos del dominio blaugrana hubo un jugador talentoso y alegre: Ronaldinho. Su risa contagiosa fue un alivio para salir de la pobreza que pasó en su infancia.
Dentro del intervalo de décadas, el volante galés Ryan Giggs fue un ícono del multicampeón Manchester United.
Asimismo en Inglaterra, Thierry Henry marcó una época con los Invencibles del Arsenal. Al igual que Zidane era hijo de inmigrantes, en este caso de las Antillas.
En ese mismo país Didier Drogba se transformó en ídolo en el Chelsea. Aunque su verdadero logro estuvo en su país natal, Costa de Marfil. En 2005 consiguió la primera clasificación a un Mundial. Tras el partido final pidió que la guerra civil se detuviera y su pueblo respondió. La paz fue su mayor premio.
Siguiendo con goleadores, Lati no se olvidó de Miroslav Klose. Su familia se sentía alemana a pesar de vivir en Polonia. Una vez instalados en su tierra ancestral, el delantero hizo historias en los Mundiales. Es el máximo goleador con 16 conquistas.
En México, Cuauhtémoc Blanco se crió aprendiendo a ser habilidoso con el balón y forjando un duro carácter para afrontar la pobreza. Su compatriota Rafael Márquez fue campeón de Europa con el Barcelona y disputó cinco Mundiales con la selección nacional.
Porteros, jugaron en tres décadas distintas y fueron campeones del Mundo con sus respectivas selecciones. El primero es Gianluigi Buffon. El arquero más longevo de los últimos años en las grandes ligas europeas. Se destacó como mediocampista cuando era un niño.
Entre los Galácticos del Real Madrid además estuvo Iker Casillas. Debutó tras una epidemia de lesiones en los arqueros del primer equipo merengue.
Andrés Iniesta fue compañero suyo -y autor del gol en la final- en la España campeona en Sudáfrica 2010. Dudó en aceptar la oferta del Barcelona hasta que vio el esfuerzo que hizo su padre como albañil para comprarle unos zapatos de fútbol.
En la defensa estuvo un central goleador como Sergio Ramos, ícono de los últimos tiempos en la Roja y el Real Madrid.
Irreverente, polémico, alto y talentoso. Zlatan Ibrahimović ha roto un prototipo al ser un jugador sumamente talentoso a pesar de tener mucha talla física.
Otro que superó barreras fue el arquero Keylor Navas, primer jugador de Costa Rica en ser titular en el poderoso Real Madrid.
Allí fue compañero de Luka Modrić, croata que llevó a su Selección a la final de Rusia 2018. Su familia huyó de la guerra yugoslava tras el asesinato de su abuelo.
La última década estuvo marcada por un duelo de estilos. La máquina perfecta de Cristiano Ronaldo contra el talento sobrenatural de Lionel Messi.
Las carencias en la infancia de Cristiano eran tan grandes como su esfuerzo para salir adelante. De ahí su trabajo constante. En cambio a Lionel no podía crecer hasta que Barcelona accedió a pagarle el costoso tratamiento. El resto es historia.
En esta obra, Alberto Lati indaga más allá de los futbolístico a 100 grandes glorias de este deporte. No se queda con los logros que tuvieron en sus carreras.
Va un poco más allá para conocer los orígenes y, en consecuencia, las causas de sus respectivos éxitos.
Ahí se conjugan las procedencias, las realidades sociales, las personalidades y los círculos íntimos. Todos los aspectos que influenciaron a estos maravillosos jugadores.
Es una buena forma de conocer el principio de su gloria. Al fin y al cabo, a la suerte y al talento hay que acompañarlos.
¿Más fútbol? Puedes conocer la interesante y polémica vida de Zlatan Ibrahimović con su autobiografía “Soy Zlatan Ibrahimović”. Desde sus inicios en un duro barrio de Malmö al estrellato mundial. ¡Ningún camino es sencillo!
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Es un ícono del periodismo deportivo mexicano. Habla once idiomas, colabora con la ACNUR y ha entrevistado a personalidades que van desde Diego Maradona hasta George Clooney. Creó una identi... (Lea mas)
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